Miembro de la familia de las Ericaceae, de clima cálido, el árbol de la fresa se adapta a varios tipos de suelo. Es originario del oeste de Gran Bretaña, sur de Europa y el este del Mediterráneo, donde crece en suelos rocosos y bien drenados. Muy popular como decoración por sus atractivas hojas, sus flores rosáceas y sus frutos rojos al final del otoño, cuando otras plantas están en letargo. Los especímenes antiguos resultan más bellos gracias a su peculiar corteza de tonos grsáceos y sus troncos retorcidos en toda superficie.
Descripción
Pequeño árbol o arbusto, atractivo, de crecimiento lento, perenne, de 5 a 8 metros de altura, de 3 a 7 metros de ancho. Algunas variedades sólo alcanzan 1 o 2 metros de altura. Forma amplia y atractiva. Su corteza es grisácea y se pela en los árboles viejos para revelar una nueva corteza rojiza debajo. Los ejemplares viejos desarrollan unos troncos y ramas retorcidas y curiosas.
Hojas: perennes, elípticas, lanceoladas, en tallos rosáceos, dentadas, de color verde oscuro por encima, más pálidas por debajo, de 5 a 10 centímetros de longitud.
Flores: en racimos caídos de 8 centímetros de longitud, cerosas y de color blanco a rosáceo, con algún matiz verde al final del otoño. Las plantas empiezan a florecer cuando son jóvenes. Polinización: por abejas e insectos; las flores son autofecundables.
Fruto: tarda 12 meses en madurar, por lo que el árbol combina flores y frutos en su mismo momento, cuando resulta más atractivo. Las bayas son redondas, de 1,5 a 2,5 centímetros de diámetro, maduran desde el amarillo hasta el rojizo y contienen diversas semillas pequeñas y comestibles. Aunque en algunas regiones se le llama árbol de la fresa, el fruto no sabe ni se parece a una fresa, pero es dulce y agradable.
Gastronomía
Aunque la piel puede ser dura, el fruto es delicado y dulce con su sabor jugoso; algunos no lo consideran bueno. Se puede comer fresco o en mermeladas, conservas y salsas. En Córcega, Cerdeña y Portugal, los frutos sirven para elaborar vinos y licores.
Nutrición
Los frutos son ricos en vitamina C. Contienen un 20% de azúcar. Las hojas son astringentes y diuréticas. Contienen niveles altos de taninos.
1 comentarios so far
Ya antes habia escuchado hablar del fruto del madroño, pero la verdad es que nunca lo he visto en persona.
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