El término "lima" proviene de la voz persa del término árabe para designar al limón (limun), dado que se solían confundir ambas especies. Existen dos variedades ácidas de lima de interés comercial. La más conocida y valorada hace más tiempo es la lima gallega (o lima ácida). La otra variedad es la lima persa. La lima gallega es originaria del sudeste de Asia (y no de Galicia). Era desconocida en Europa antes de las cruzadas y se cree que los árabes la llevaron al norte de África y a Oriente Próximo, para más tarde ser trída por los cruzados desde Palestina a la Europa mediterránea. A mediados del siglo XIII, se cultivaba y era muy conocida en Italia y, posiblemente, en Francia. Lo más probable es que fueran los españoles quienes la introdujeran en el Caribe y en México. El cultivo de la lima gallega, por su zumo, ha sido la industria más importante de la isla caribeña de Santo Domingo durante muchas generaciones. Son muchas las fábricas que extraen su zumo y lo exportan a todo el mundo para la elaboración de tónicos y otras bebidas. Además, exportan aceite de lima, que se usa en la fabricación de cosméticos. La lima persa es parecida, pero no tan ácida como la gallega. En muchos aspectos es más rentable y tiene menos problemas que esta y, por tanto, ha desplazado algunas plantaciones de lima gallega.
Descripción
La fruta es pequeña (unos 5 cm de longitud), ovalada, con una piel fina de color amarillo verdoso, un aroma maravilloso y abundante zumo de sabor complejo, más ácido que el de la lima persa. El árbol es vigoroso y tiene un tamaño variable, de entre 2 y 4 m de altura. Sus ramas son finas y largas, a menudo con muchas espinas de aproximadamente 1 cm de longitud.
Hojas: perennes, brillantes, de color verdoso, coriáceas y alternadas; desprenden un suave aroma al ser aplastadas. Son de forma elíptica, redondeadas en la base y con el extremo en punta, de entre 5 y 7,5 cm de longitud. Las hojas jóvenes, al madurar, adoptan un color verde oscuro en el haz y más claro en el envés. Sus bordes son finamente dentados y sus peciolos, aplanados. Forman una copa espesa.
Flores: de suave aroma o inodoras, se forman desde la axila foliar, de unos 5 cm de diámetro; nacen solas o en pequeños grupos de entre 5 y 7 miembros. Las flores tienen 5 sépalos en punta que forman un cáliz verde y 5 pétalos blancos que al nacer son de color malva. Poseen numerosos estambres prominentes de color amarillo y un ovario superior. Son tanto monoicas como hermafroditas. Polinización: por abejas e insextos. Las plantas suelen ser autofecundables, aunque algunos frutos nacen sin fecundación previa. Además de dar semillas, con descendencia variable, algunas semillas de lima son nucleares y generan progenie genéticamente idéntica a la planta madre.
Fruto: aislado o en pequeños grupos, en los extremos de las ramas. Tiene forma elíptica redondeada, de entre 3,5 y 6 cm de diámtro. La piel de los frutos inmaduros es de color amarillo verdoso, la de la fruta madura, de color amarillo pálido y brillante. Suele tener un tacto suave, con un grosor de entre 1,5 y 3 cm. El fruto contiene un gran número de sacos membranosos muy jugosos, distribuidos entre 6 y 15 compartimentos en forma de cuña, que no están del todo separados entre sí. El zumo es de color verde amarillento, aromático, muy ácido y de sabor intenso, con pocas o ninguna semilla de color verde claro. Las plantas pueden dar excelentes cosechas que tienden a tener un carácter bienal, para luego descender notablemente al año siguiente. Esto se puede remediar eliminando algunos frutos recién nacidos.
Gastronomía
Las limas son ácidas, pero resultan más aromáticas y de sabor más interesante que los limones. Su jugo es un complemento ideal para acompañar frutas y postres, pero también para pescados y carne. Es extraordinariamente refrescante yun ingrediente indispensable para multitud de bebidas y cocktails. También sirven para elaborar sirope, salsas, pasteles, flanes, mermeladas, etc. Su zumo es ideal para marinar pescado crudo (junto con especias). Reblandece el pescado que, posteriormente, puede acompañarse con crema de coco y ensalada. Para conservar las limas, basta con practicar algunas incisiones a través de la piel, cubriéndolas después con sal y sumergiéndolas en vinagre. Antes de servirlas, se fríen en aceite y un poco de azúcar, a modo de aperitivo. Se pueden combinar con otras especies: pimienta, cúrcuma y jengibre. Las limas pueden añadirse troceadas o trituradas a platos de coción lenta. Las hojas se pueden picar antes de utilizarse para la elaboración de algunos platos javaneses. En Filipinas, se tritura la piel y se mezcla con leche y coco hasta formar una pasta.
Nutrición
El zumo de lima contiene 30 mg de vitamina C por 100 g de pulpa, lo cual representa un nivel alto, aunque no tanto como el de los limones. Además, contiene buenos niveles de potasio. La piel tiene un 7% de aceite esencial. La lima es una buena fuente de limoneno, sustancia con propiedades anticoagulantes y antiinflamatorias. Puede hacer de inhibidor en ciertos tipos de cáncer inducidos químicamente.
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