Chincapín (Chrysolepis spp.)




Chrysolepis es un género de aproximadamente 100 especies de árboles y arbustos perennes, la mayoría de los cuales son originarios de las zonas tropicales y subtropicales de todo el mundo, en especial del este de Asia, sur de Estados Unidos y la India. El género Castanopsis, oriundo de Asia, a menudo se trata, junto con el Chrysolepis, como un único género. La principal diferencia entre ellos es que las bayas del Catanopsis necesitan un año para madurar, mientras que las del Chrysolepis necesitan dos. Muchas de las especies son apreciadas por su madera y por sus bayas, que pueden ser consumidas crudas, tostadas o cocidas. Sus flores y frutos son similares a las del castaño dulce, tal y como su nombre (Castanopsis) indica: "parecido al Castanea", el casteñao. Estas especies crecen de diversas maneras y habitan en una gran variedad de zonas. El chincapín es principalmente originario de Estados Unidos. El Chrysolepis chrysophylla, chincapín dorado, es nativo del sudoeste de Estados Unidos. El término chysophylla significa "hoja dorada", y hace referencia a los tonos dorado-amarillos del envés de sus hojas. El chincapín enano (C. sempervirens) es una especie más pequeña, originaria del este y sur de Estados Unidos. Otras especies incluyen el Chrysolepis ozarkensis, un pequeño árboll con largas hojas dentadas, y el Chrysolepis pumila, una planta arbustiva de gran tamaño con hojas levemente dentadas. Los frutos del chincapín son pequeños pero dulces, con la semilla dentro de una cubierta dura, protegida por una cáscara redonda con espinas. Han servido de alimento a las tribus indígenas durante cientos, quizá miles, de años. Son árboles muy atractivos de hoja perenne; sus brotes, hojas y frutos son dorados. A menudo se emplean como árboles ornamentales.

Descripción

El chincapín dorado (C. chrysophylla) crece con vigor y se desarrolla más rápidamente que las plántulas de conífera, a pesar de que su ritmo de crecimiento disminuye con la edad. Los árboles maduros suelen tener troncos rectos de más de 1 m de diámetro, con copas rectas y estrechas. Pueden llegar a alcanzar los 32 m de altura y son longevos, llegando a veces a los 400 años. Los tallos jóvenes son amarillentos y su corteza es suave y rojiza, también marrón. La corteza de los árboles adultos tiene manchas blancas y surcos. El chincapín enano suele tener una forma espigada en zonas expuestas y más redonda en lugares en semisombra.
Hojas: llamativas, perennes, simples, alternas, lanceoladas, de 5 a 15 cm de longitud, coriáceas, de textura suave. Tienen el haz de color amarillo verdoso y son aterciopeladas y doradas en el envés.
Flores: abundantes, llamativas, de color crema, a finales de primavera aparecen amentos erectos y aromáticos. Las plantas son monoicas, autofecundables en parte, aunque plantándolas en pequeños grupos aumenta la cantidad y calidad de los frutos. Las flores masculinas, de entre 2,5 y 7,5 cm de longitud, son de color marrón amarillento y de gran fragancia; nacen en grupos de tres de las axilas foliares. Las flores femeninas, son mucho más pequeñas y están adosadas en la base de las masculinas o colgando en amentos cortos. Polinización: por viento, pero las abejas también pueden visitar las fragantes flores y ayudarar en este proceso.
Fruto: el chincapín dorado tiene grupos de cáscaras con espinas, de color canela, que alojan entre 1 y 3 semillas de 1,5 a 2,5 cm de longitud. Los frutos de esta especie no maduran hasta el otoño de su segundo año. El chincapín enano sólo produce un fruto por cáscara; esta se abre en dos, dejándolo secar. Todas las semillas de estas especies son dulces y sabrosas.

Gastronomía

Las semillas tostadas tienen un sabor agradable, parecido a la avellana, y se pueden consumir con mantequilla y sal.


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