Melón (Cucumis)




Los melones proceden de una familia de plantas que comprende unos 120 géneros y 750 especies, muchas de las cuales proceden de Asia y de las regiones más secas de África, aunque algunos ejemplares proceden de América. Existen evidencias arqueológicas de que algunas especies de la familia Cucurbitaceae ya se recolectaban en Perú en el año 12.000 a. de C.; se han utilizado en todo el mundo desde la Antigüedad. Los miembros de esta familia pueden hallarse en una gran variedad de hábitats: tropicales, desiertos áridos o climas templados. Los melones se consumen como mínimo desde el año 2800 a. de C. Se han cultivado en Europa desde los orígenes de la cristiandad, y se exportaron a China en el siglo XII. En algunas partes del mundo se cultivan principalmente por su carne fresca; en África y en China también se aprecian sus semillas, que se consumen como frutos de cáscara. Además, también pueden utilizarse las hojas, los tallos, las raíces y las flores de algunas especies.

Existen unas 25 especies de Cucumis, la mayoría procedentes de África. El C. melo incluye variedades de melones dulces y jugosos, con numerosos nombres comunes, muchs de los cuales, además, se utilizan indistintamente.

Descripción

Los melones crecen rápidamente y tienen tallos jugosos. Son trepadores, con brotes que racen de la base de los peciolos de las hojas y que pueden ascender por árboles.
Hojas: gruesas y grandes (12-20 cm), con lóbulos ligeros y particularmente peludas en el envés. Suelen tener cinco vasos principales.
Flores: hermosas, de color amarillo pálido, con cinco sépalos, cinco pétalos y cinco estambres (a menudo unidos), con un ovario inferior y tres carpelos unidos. Las flores masculinas y femeninas pueden aparecer en plantas separadas o en el mismo espécimen, y es recomendable plantar más de una para mejorar la producción. Plinización: por abejas e insectos, pero la polinización manual puede mejorar la producción.
Fruto: se clasifica como bayas falsas, como restos del cáliz visibles en su ápice. Los melones dulces son más pequeños que las sandías, en forma de balón de rugby y de color amarillo dorado o verde. Su tamaño y color varía según la variedad. Los frutos suelen medir entre 15 y 20 cm de longitud, pero algunas variedades producen pequeños frutos de 6 cm. La carne suele ser de color amarillo-verdoso, blanco, amarillo o rosado, y es dulce y sabrosa cuando el fruto está maduro. En el centro contiene muchas semillas (normalmente de 1 cm), fáciles de retirar; pueden ser de color negro, marrón, amarillo o blanco. Una cáscara delgada protege su semilla oleosa. Los melones maduros son jugosos, suculentos y refrescantes, y tienen un aroma especiado.

Gastronomía

La carne es dulce, jugosa, refrescante e incluso a veces especiada. Es deliciosa para consumir fresca, sola o con azúcar moreno o un poco de jengibre por encima. Puede incluirse en muchos postres, como el helado y el yogur, y pueden elaborarse mermeladas y conservas. Es un buen acompañamiento para el queso y el jamón, así como en las catas de vino. El aceite de las semillas (15-50%) es dulce, y se utiliza para cocinar y elaborar vinagretas para ensaladas. El recubrimiento de las semillas, aunque cuesta, puede retirarse, y el interior comerse crudo o tostado. Para retirarlo fácilmente, las semillas pueden dejarse fermentar en su propio jugo durante un par de días. Las semillas sin recubrimiento pueden añadirse a sopas, estofados, pan o pasteles.

Nutrición

El melón contiene mucha vitamina C: el cantalupo tiene 42 mg por 100 g de carne; el de pulpa naranja 25 mg por 100 g de carne. Es rico en vitamina A y luteína, que reducen la incidencia de cataratas y la degeneración macular. Contiene tasas altas de B6 folatos y potasio. Estos niveles son más elevados en los melones de pulpa naranja, que cuentan con un 50% más de potasio que las bananas. Las semillas contienen aceites y un 35% de proteínas. Las raíces son un fuerte laxante.



EmoticonEmoticon