Ciruela de los cafres (Harpephyllum caffrum)

Árbol pequeño y atractivo, originario de Sudáfrica y otras regiones de África, donde se planta como árbol decorativo para los jardines. Produce unos bonitos frutos rojos.

Descripción

De tamaño pequeño o mediano, mide entre 4 y 7 metros, aunque algunos ejemplares silvestres pueden llegar a medir 15 metros. Tiene una forma asimétrica y atractiva, y sus ramas suelen curvarse hacia arriba, de ahí que se rompan con facilidad cuando el viento sopla con fuerza. Es de crecimiento lento, aunque vive muchos años. Tiene un tallo único, fuerte, que puede apuntalar a otros ejemplares más jóvenes. La corteza es suave y de color gris claro.
Hojas: de hoja perenne, son bonitas, brillantes, suelen agruparse al final de las ramas. Las hojas son pinnadas y se dividen en 2 y 4 pares opuestos de foliolos que pueden tener una medida variable entre 4 y 14 cm de longitud. Tienen un ápice puntiagudo con una base redonda. A menudo son de color rojo. Cuando son jóvenes están cubiertas por unos pequeños pelos resinosos.
Flores: pequeñas, verdes y blancas, nacen en grupos al final de los tallos. Se necesita más de un árbol para obtener frutos. Son todas parecidas, aunque las flores masculinas tienen entre 7 y 10 estambres que no pueden verse en las femeninas, ya que tienen un solo estigma. Las flores nacen en verano. Polinización: abejas e insectos y a veces mariposas.
Fruto: técnicamente es una drupa carnosa con un endocarpio interior duro en el que se encuentra la semilla. Cuando maduran, los frutos redondos cogen las distintas tonalidades del rojo de la cereza, son aromáticos y miden unos 2,5 cm de diámetro. Nacen en grupos. La piel es suave, fina, mientras que la carne se encuentra rodeando un hueso grande y duro.

Gastronomía

Pueden comerse crudos aunque resultan ácidos, por eso es más usual hacer gelatina, mermelada o conservas. Pueden añadirse a tartas y pasteles o preparar un vino rosado.

Salud

La tintura de la corteza se usa para tratar el acné y los eczemas.